A veces, pienso que la vida me paga con malos ratos que no merezco. Siento que, a mi corta edad, no cometí daños severos hacia nadie, aunque sí errores, pero no fueron rigurosos. Por momentos, esta soledad que elegí me agrada demasiado. Me gusta, porque tengo la tranquilidad de no estar lastimando a nadie, que es lo que considero fundamental. Pero por momentos, hiere bastante. Por un lado, pienso que fue mi decisión y eso suele tranquilizarme un poco, pero por el otro, duele no tener con quién compartir mis días, mi tiempo, mi vida. ¿Cuántas veces preferimos quedarnos solos por no intentar disfrutar de un amor no-planeado? Nos negamos al principio, pero siempre terminamos esperando lo que imaginamos como la felicidad absoluta, ¿No es así? Esperamos lo planeado, lo ‘perfecto’, cuando muchas veces tenemos oportunidades y amor desparramado por doquier, pero lo rechazamos todo, como nos rechazaron a nosotros. Parece una contradicción, es que, en parte, lo es, pero también refleja una realidad. Sufrimos el reemplazo de tal manera que deseamos que nadie más lo padezca y sin embargo, el amor nos traslada a volver siempre al mismo lugar: a negarnos a otro que no sea el que buscamos… y es allí donde me puedes encontrar.

Escrito por http://comonomeibaaenamorardevos.blogspot.com/. La felicito por las hermosas palabras.

Este texto fue escrito por otra persona y lo reconozco, lo publico en mi blog, porque tiene mucha razón y quiero opinar sobre esto. En mi experiencia, fracasé una vez y no quise volver a formar nada más, cuando porfin me sentía segura, volví a escribir una historia con otra persona, pero mi libertad me condenaba y errores que se comenten, puso fin a la historia, y no era realmente lo que quería, me dolió bastante. Entonces, decidí no volver a engancharme con nadie más, me gusta mi espacio, pero a la vez, en mis caídos necesito una soga, que no tengo ahora. Siempre recordaremos historias pasadas y vamos a comparar, y sufrir, llorar, por qué si no lloras por alguien, ¿es amor realmente? El amor son idas y vueltas, hoy estoy, mañana no, pero pasado sí, es un cuento sin fin, es una lágrima, es una risa, es un desencuentro y a la vez un encuentro inesperado, nos sorprende, nos abraza fuerte y nos suelta para decidir nuestro camino.