27 de septiembre de 2011

A veces, no son los hechos concretos los que lastiman sino las actitudes. Las actitudes son las que te pueden incentivar o decepcionar. El enojo pasa, el enojo se puede perdonar, en cambio, una serie constante de actitudes hirientes no. Cuando algo te hace mal, lo mejor es dejarlo, lo mismo cuando algo no avanza ni retrocede y en el momento en que estas actitudes siguen siendo las mismas por indefinido tiempo y las cosas parecen no cambiar mas, es cuando te acostumbras, cuando te deja de lastimar y te volvés totalmente inmune e indiferente, es recién ahi cuando podes definir las situaciones de manera mas objetiva y hacer lo que tendrias que haber hecho hace tiempo, y es ahí cuando te das cuenta que a veces, generalmente la mayoria de las veces, la elección mas dificil y la correcta son la misma.